Se diferencian en la forma en que los actores interactúan y comparten recursos, ya que en la cooperación hay una colaboración activa entre grupos e individuos que llegan a un objetivo común, en cambio la no asociación implica la falta de colaboración, donde cada actor sigue su camino de forma independiente, sin un esfuerzo colectivo. Entonces, esta diferencia enfatiza la unión frente a la separación, es decir, mientras que la cooperación crea redes de apoyo y crecimiento, la no asociación mantiene a los actores dispersos y desvinculados.