En Ecuador, las principales fallas de la cooperación radican en la falta de formación adecuada para los miembros de las cooperativas, lo que limita su capacidad de gestión efectiva, y en las dificultades para acceder a financiamiento debido a la falta de garantías y a la percepción de riesgo por parte de las instituciones financieras. Además, persiste un marco legal débil que no ofrece suficientes incentivos ni estabilidad, mientras que los trámites burocráticos complejos desincentivan la creación de nuevas cooperativas. La falta de una cultura cooperativa sólida en diversas regiones, la fragmentación de las cooperativas que operan de manera aislada, y los problemas de gobernanza interna también son barreras importantes que afectan el desarrollo de la economía social y solidaria en el país. Estos desafíos requieren una acción coordinada entre el gobierno, las instituciones financieras y la sociedad para fortalecer las bases de la cooperación y fomentar un ecosistema más inclusivo y sostenible.
