La cooperación y la asociación son claves para fortalecer la economía local y lograr un desarrollo más justo cuando las comunidades trabajan en conjunto se pueden compartir recursos, conocimientos y experiencias, lo que ayuda a generar empleo y mejorar la calidad de vida. Un buen ejemplo son las cooperativas, que no solo crean oportunidades laborales, sino que también aseguran mejores condiciones para sus trabajadores por tanto los gobiernos, empresas y organizaciones colaboran para enfrentar problemas comunes y promover prácticas sostenibles que beneficien a todos haciéndolas mas fáciles . Esta unión permite llevar a cabo proyectos que, por separado, serían difíciles de realizar, impulsando un crecimiento más equitativo y sostenible.