1. ¿Cómo se compara el cooperativismo en Brasil y Ecuador en términos de desarrollo, impacto económico y estructura organizativa?
El cooperativismo en Brasil está más desarrollado y estructurado que en Ecuador, con un sistema nacional bien organizado y más de 270 cooperativas solo en el estado de Pará. En Ecuador, el cooperativismo no ha logrado consolidarse y predominan más las asociaciones. Sin embargo, iniciativas como la Corporación Chakra Amazónica buscan fortalecer la organización de pequeños productores y mejorar su acceso a mercados.
2. ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el cooperativismo en términos de reconocimiento político, acceso a mercados y educación cooperativa?
El cooperativismo enfrenta la falta de reconocimiento político, ya que muchas autoridades desconocen su importancia. En acceso a mercados, los productos cooperativos suelen percibirse como más caros, por lo que en Brasil se han implementado estrategias como el sello “Somos COOP” para resaltar su valor. Además, la educación cooperativa sigue siendo un reto, ya que muchos socios no comprenden su funcionamiento, lo que ha llevado a la creación de programas de capacitación como la línea de conocimiento miriense.
3. ¿De qué manera el cooperativismo contribuye al empoderamiento de mujeres y comunidades indígenas, y cómo se puede fortalecer su participación en la toma de decisiones?
El cooperativismo ha permitido que mujeres e indígenas accedan a recursos y liderazgo en sus comunidades. En Brasil, la Cooperativa Chakra Amazónica ha impulsado la participación femenina, aunque su representación en consejos administrativos sigue siendo baja. En Ecuador, comunidades kichwa han fortalecido la producción de cacao y guayusa a través de cooperativas. Para fomentar su participación, se necesitan más programas de formación, intercambios y espacios de liderazgo.