Yo creo que las cooperativas son fundamentales para el desarrollo de las comunidades rurales, ya que no solo generan beneficios económicos, sino que también fortalecen la cohesión social, el acceso a educación y salud, la participación democrática y la sostenibilidad ambiental. A través de la equidad y la solidaridad, permiten enfrentar desafíos colectivos y mejorar el bienestar común. Sin embargo, su impacto sigue siendo poco reconocido debido a la falta de visibilidad, la resistencia a cambiar estructuras de poder y el escaso apoyo institucional. Para fortalecer su rol, es clave impulsar políticas públicas favorables, fomentar la investigación y crear alianzas estratégicas que refuercen su papel como motor del desarrollo rural integral.