Los principales desafíos incluyen la falta de acceso a capacitación y recursos, la resistencia al cambio por parte de algunos agricultores y la presión del mercado por producir a gran escala con métodos convencionales. Para superarlos, es clave fortalecer la educación agroecológica, ofrecer incentivos económicos a quienes adopten prácticas sostenibles y fomentar redes de comercialización que valoren los productos agroecológicos.