Para mejorar el reconocimiento político de la cooperación como herramienta clave en América Latina, se pueden implementar estrategias como promover políticas públicas que apoyen las cooperativas, fortaleciendo su marco legal y acceso a financiamiento. Además, es clave crear campañas de sensibilización que destaquen los beneficios sociales y económicos de estas iniciativas. También, incentivar la colaboración entre gobiernos, cooperativas y organizaciones internacionales puede amplificar su impacto.
Para educar a los consumidores sobre el valor de los productos cooperativos, se pueden organizar campañas de concientización sobre la justicia social, el impacto ambiental positivo y el fortalecimiento de las economías locales. Además, resaltar las prácticas éticas y sostenibles de las cooperativas puede justificar el costo más alto, enfocándose en su valor agregado a largo plazo.