Las comunidades que participan en el turismo comunitario y la preservación de plantas medicinales obtienen beneficios económicos a través de inversiones en servicios turísticos y venta de productos locales, los cuales mejora su calidad de vida.
La agricultura y el turismo ecológico también contribuyen a la conservación de productos, mientras que iniciativas como fábricas de productos locales generan empleo, fortalecen la economía local y mejoran la infraestructura.