Para fomentar una mayor participación comunitaria en la planificación de acciones futuras, es clave crear espacios inclusivos donde todas las voces sean escuchadas. La educación y sensibilización sobre la importancia de la participación activa son fundamentales. Además, se deben establecer mecanismos de consulta transparentes y accesibles, como asambleas o talleres, que permitan a la comunidad expresar sus necesidades y preocupaciones. El empoderamiento mediante la capacitación en liderazgo y toma de decisiones es vital. Promover la colaboración entre diversos actores, como gobiernos, organizaciones y grupos locales, también facilita la participación. Finalmente, es importante garantizar que las decisiones tomadas reflejen realmente las prioridades de la comunidad.
Alejandra Vásquez