Para preservar el conocimiento ancestral en etnobotánica mientras se desarrollan nuevas técnicas farmacéuticas sin atentar contra ellas, es clave fomentar la colaboración entre comunidades indígenas, científicos y gobiernos mediante un enfoque ético y equitativo. La documentación y protección legal del saber tradicional, junto con acuerdos de bioprospección justos, pueden evitar la explotación indebida. Además, la investigación debe respetar los métodos tradicionales, integrándolos con avances científicos sin desvalorizar su importancia. La educación intercultural y la revalorización de la medicina natural en sistemas de salud también ayudarían a fortalecer este equilibrio, promoviendo el uso sostenible de los recursos y asegurando beneficios compartidos.