El turismo comunitario presenta múltiples beneficios que contribuyen al desarrollo sostenible de las comunidades locales. No solo genera ingresos y empleo, sino que también fortalece la identidad cultural, promueve la conservación del medio ambiente y mejora la infraestructura local. Al empoderar a las comunidades y fomentar su participación activa, el turismo comunitario se convierte en una herramienta valiosa para el progreso social y económico, asegurando que las comunidades sean las principales beneficiarias de su patrimonio cultural y natural.