La participación comunitaria en el turismo sostenible y la preservación de plantas medicinales no solo aporta beneficios económicos y culturales, sino que también promueve la conservación del medio ambiente y el desarrollo regional equilibrado. Los herbolarios, como guardianes del conocimiento ancestral, juegan un papel fundamental en esta dinámica, asegurando que las tradiciones indígenas se mantengan vivas mientras se fomenta un uso responsable de los recursos naturales. Esto refuerza la importancia de integrar el conocimiento tradicional con prácticas sostenibles para un futuro más próspero y equitativo.