Encuentro entre los aspectos mas importantes a las respuestas de las interrogantes aspectos como que los sistemas agroforestales (SAF) son una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático en la Amazonía, ya que contribuyen a la captura de carbono, restauran suelos degradados y fomentan la biodiversidad. Al integrar árboles con cultivos y especies nativas, los SAF reducen la deforestación y aumentan la resiliencia de los ecosistemas frente a eventos climáticos extremos. Además, al mejorar la calidad del suelo y optimizar el uso del agua, estos sistemas permiten una producción agrícola más sostenible sin comprometer los recursos naturales.
Sin embargo, los agricultores enfrentan desafíos en la implementación de prácticas agroecológicas, como la falta de acceso a financiamiento, asistencia técnica y mercados justos. Para superar estas barreras, es fundamental fortalecer programas de educación agroecológica, generar incentivos económicos y facilitar redes de comercialización que valoren los productos agroforestales. Las mujeres desempeñan un papel esencial en la gestión de estos sistemas, ya que lideran la conservación de semillas, la diversificación de cultivos y la transmisión de conocimientos agroecológicos. Para fortalecer su participación, es clave garantizarles acceso a tierras, capacitación y espacios de decisión dentro de las comunidades.
Las políticas públicas pueden impulsar la expansión de los SAF en la Amazonía mediante el reconocimiento legal de la agricultura agroecológica, la promoción de créditos verdes y la incorporación de la agroecología en los planes de desarrollo rural. La experiencia de Igarapé Miri demuestra que es posible combinar tradición y sostenibilidad para mejorar la seguridad alimentaria y conservar los ecosistemas. Otras regiones del mundo pueden aprender de este modelo adoptando estrategias que prioricen la biodiversidad, la autosuficiencia alimentaria y el empoderamiento de las comunidades locales.
