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en réponse à : Desarrollo territorial E7-001 #2985

Buen día, a continuación establezco mis perspectivas para cada una de las preguntas:

1. ¿Cuál es el impacto del cooperativismo en el desarrollo económico, social y sostenible de las comunidades, y cómo se diferencia de otros modelos asociativos?

Las cooperativas impulsan las economías locales y fomentan la creación de empleo. Un claro ejemplo es el estado de Pará en Brasil, donde el cooperativismo ha generado más de 6,000 empleos directos. Además, promueven la inclusión de grupos vulnerables, como mujeres y comunidades indígenas. Un caso notable es la asociación brasileña de productoras de galletas, que creció de 8 a 120 miembros. En términos de sostenibilidad, las cooperativas apoyan la producción ecológica y el comercio justo. A diferencia de las empresas privadas, las cooperativas priorizan el bienestar colectivo sobre la maximización de beneficios. Y, en comparación con las asociaciones, facilitan una mayor expansión económica.

2. ¿Cómo se gestiona y organiza una cooperativa, y cuál es el rol de la participación democrática en su administración y toma de decisiones?

Se podría establecer que las cooperativas se rigen por un estatuto social que define claramente la membresía, el capital, y los derechos y obligaciones de los socios. La Asamblea General actúa como el máximo órgano de decisión, donde se toman decisiones colectivas y se elige al Consejo de Administración. En lugar de buscar ganancias, los excedentes se distribuyen equitativamente o se reinvierten en la cooperativa. Un desafío importante es mantener una buena comunicación interna y fomentar la participación en las asambleas, ya que la falta de involucramiento de los socios puede afectar negativamente la toma de decisiones.

3. ¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades para el fortalecimiento del cooperativismo en América Latina, y qué estrategias pueden impulsar su crecimiento y sostenibilidad?

Entre los principales desafíos del cooperativismo en América Latina se encuentra la falta de reconocimiento político, ya que muchas autoridades no lo consideran una herramienta de desarrollo. Además, en el mercado de consumo, los productos cooperativos suelen percibirse como más caros en comparación con los industriales. También existe una carencia de educación cooperativa, lo que limita la formación de los socios en gestión y administración. Sin embargo, hay importantes oportunidades, como la mayor integración de mujeres y jóvenes en la gestión cooperativa, la expansión del cooperativismo en sectores como salud, transporte y alimentación, y el impulso de la comercialización colectiva para competir con grandes productores. Para fortalecer el cooperativismo, es clave sensibilizar a gobiernos y consumidores sobre su valor, fomentar la formación de miembros para mejorar la gestión y crear redes de intercooperación que permitan una mayor presencia en el mercado.

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