Las tradiciones ancestrales contienen una vasta sabiduría sobre el uso de las plantas para tratar diversas afecciones y afecciones. Es probable que muchos de estos tratamientos sean a largo plazo y, en algunos casos, puedan resultar eficaces.
Sin embargo, es crucial integrar métodos científicos, que garantice que sean seguros y eficaces a través de estudios clínicos y rigurosos.