En la Amazonía ecuatoriana, plantas como la hoja de guayaba (Psidium guajava), el ojé (Ficus insipida) y la matico (Piper aduncum) han sido empleadas tradicionalmente para tratar infecciones, problemas gastrointestinales y heridas. Para integrar su uso en la medicina moderna, se pueden realizar investigaciones interdisciplinarias que combinen etnobotánica, química y farmacología, desarrollando productos como fitofármacos o suplementos dietéticos. Para avanzar en la investigación sin afectar negativamente a las comunidades indígenas, es fundamental adoptar un enfoque de investigación participativa, donde los saberes ancestrales sean valorados y las comunidades sean socias activas en el proceso, garantizando que los beneficios económicos y sociales retornen a sus territorios y se preserve su patrimonio cultural.