En Ecuador, el uso de plantas medicinales es una práctica ancestral que sigue vigente, especialmente en comunidades indígenas y rurales. Algunas plantas medicinales ampliamente utilizadas incluyen:
Ortiga (Urtica dioica): usada para tratar problemas circulatorios y reumáticos.
Guayusa (Ilex guayusa): reconocida por sus propiedades energéticas y antioxidantes.
Para lograr un equilibrio entre el conocimiento ancestral y la ciencia moderna, es fundamental integrar las plantas medicinales en sistemas de salud mediante:
Investigación y validación científica: Realizar estudios clínicos para comprobar la efectividad y seguridad de estas plantas.
Complementariedad con la medicina convencional: Promover su uso como complemento y no como sustituto de tratamientos médicos aprobados.
Para investigar sin afectar a los pueblos indígenas, se deben aplicar principios éticos como:
Consentimiento previo, libre e informado: Garantizar que las comunidades decidan sobre el uso de su conocimiento y recursos naturales.
Beneficio compartido: Implementar modelos de economía solidaria donde las comunidades obtengan beneficios directos de la investigación y comercialización.