Según el Icoopeb, un estatuto social efectivo para cooperativas debe incluir la definición de miembros, estableciendo sus derechos y obligaciones. También debe contemplar la estructura organizativa, detallando los órganos de gobierno y sus funciones. El capital social es otro aspecto clave, indicando los aportes y condiciones de transferencia. Además, se debe definir el régimen económico, especificando la distribución de excedentes y la formación de reservas. Los procedimientos operativos regulan la admisión, el retiro y las reuniones. Es fundamental incluir disposiciones legales que aseguren el cumplimiento normativo. Los mecanismos de resolución de conflictos ayudan a mantener la armonía interna. Finalmente, el estatuto debe reflejar los objetivos y principios alineados con los valores del cooperativismo.
Alejandra Vásquez